Invernaderos: una respuesta al clima, pero un desafío para la Tierra
Una solución esencial al cambio climático
Sequías, fuertes lluvias, heladas tardías: los riesgos climáticos debilitan cada vez más los cultivos.
Los invernaderos ayudan a asegurar los cultivos, extender los ciclos de producción y proteger las plantas de enfermedades relacionadas con la humedad.
Es por ello que las superficies de cultivo en invernadero aumentan cada año en Francia.
Un revés a menudo ignorado
Al bloquear la lluvia, el invernadero interrumpe el ciclo natural del agua y la materia orgánica.
El suelo ya no se enjuaga ni se oxigena.
La microfauna (gusanos, bacterias, hongos) desaparece gradualmente.
La tierra se vuelve seca, compacta, estéril.
A largo plazo, el suelo pierde su fertilidad natural: el invernadero protege la planta, pero olvida los seres vivos que la nutren.
Recreando la vida en el invernadero con cerámica de Jamet
En Poterie Jamet hemos decidido devolver a la tierra lo que pierde bajo techo: agua, materia y biodiversidad.
Nuestras ollas de cerámica –ollas y composteros enterrados– ayudan a restaurar un ecosistema vivo, incluso sin lluvia.
L'Ollas: agua en la dosis justa
En un invernadero, el riego suele ser irregular: demasiado o muy poco.
Las Ollas, una maceta de terracota microporosa, difunden el agua lentamente según las necesidades de la planta.

Resultado :
- Ahorro de agua del 50 al 70%
- Un suelo siempre fresco y sin estancamiento.
- raíces más profundas y vigorosas
El compostador enterrado: alimentando la tierra desde dentro
Los biorresiduos depositados en el compostador se descomponen directamente en el suelo mediante lombrices y microorganismos.

Este proceso libera nutrientes estables y restaura la vida del suelo sin olores ni roedores.
Resultado :
- actividad biológica continua
- un suelo más rico y aireado
- Un ciclo natural completado en un invernadero
Una agricultura más resiliente y natural
Combinando Ollas y un compostador subterráneo, recreamos el trío vital: agua, materia orgánica y microfauna.
Ésta es la clave para tener un suelo vivo, incluso en un entorno artificial.
Las plantas se vuelven más resistentes al calor, los requisitos de fertilizantes disminuyen y la productividad se mantiene estable a largo plazo.
Se trata de un enfoque al mismo tiempo ecológico y económico, que sitúa la naturaleza en el centro del cultivo en invernadero.

Cerámica sostenible, basada en el saber hacer local
Cada pieza de Poterie Jamet está hecha a mano en nuestro taller.
Nuestras cerámicas son 100% naturales, libres de plástico, diseñadas para durar décadas y neutrales para el suelo y la biodiversidad.
Elegir nuestra cerámica significa elegir el sentido común y una ecología profundamente arraigada: local, sostenible y respetuosa con los seres vivos.
Hacia un invernadero más vibrante
En los invernaderos, nunca llueve, pero la vida puede renacer. Con la cerámica Jamet, se recrea el ciclo natural del agua y la materia, incluso a cubierto. Ollas y composteras enterradas: suelo vivo para una cosecha sostenible.